Frases de El guardián entre el centeno de J. D. Salinger
No hay sala de fiestas en el mundo entero que se pueda soportar mucho tiempo a no ser que pueda uno emborracharse o vaya con una mujer que le vuelva loco de verdad.
A veces se cansa uno de ir en taxi tanto como de ir en ascensor. De pronto te entra una necesidad enorme de utilizar las piernas, sea cual sea la distancia o el número de escalones. Cuando era pequeño, subía andando a nuestro apartamento muy a menudo. Y son doce pisos. (página 119)
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario